El cerumen, también conocido como cera del oído, es una sustancia natural producida por las glándulas del canal auditivo. Su función principal es proteger el oído interno frente a bacterias, polvo y otras partículas externas. En condiciones normales, el cerumen se desplaza lentamente hacia el exterior del oído, donde se elimina de forma natural. Sin embargo, en algunas personas este proceso se altera y el cerumen se acumula en exceso, formando lo que se conoce como un tapón. Esta acumulación puede bloquear parcial o completamente el canal auditivo, afectando la audición y provocando otros síntomas molestos.
Síntomas más comunes
El síntoma más habitual de un tapón de cerumen es la pérdida auditiva repentina o progresiva en uno o ambos oídos. Esta pérdida suele ser parcial, y muchas veces desaparece de forma inmediata tras la eliminación del tapón. Otros síntomas frecuentes incluyen sensación de oído lleno o bloqueado, zumbidos (acúfenos), picor dentro del oído y, en algunos casos, dolor leve. Algunas personas también experimentan desequilibrio o una leve sensación de vértigo. Si el tapón está presionando contra el tímpano, la incomodidad puede intensificarse. En casos más graves o si el oído ya tenía inflamación previa, puede desarrollarse una infección, lo que se traduce en dolor intenso, fiebre o supuración.
Qué causa la formación de tapones
Aunque todos producimos cerumen, algunas personas son más propensas a que se acumulen tapones. Uno de los factores más comunes es el uso de bastoncillos de algodón. Lejos de limpiar, estos empujan la cera más adentro del canal auditivo, compactándola. El uso frecuente de auriculares, audífonos o tapones para dormir también puede interferir con la expulsión natural del cerumen. Otras causas incluyen una producción excesiva de cera, la forma anatómica del canal auditivo (estrecho o curvado), la edad avanzada o determinadas afecciones dermatológicas que alteran la composición de la cera. Incluso la exposición habitual a ambientes polvorientos o contaminados puede aumentar el riesgo.
Cómo prevenir su aparición
La mejor forma de prevenir los tapones de cerumen es dejar que el oído se limpie por sí solo. En la mayoría de las personas, no es necesario hacer limpiezas rutinarias. Si sientes que produces más cerumen del habitual o que tu oído se obstruye con frecuencia, lo ideal es consultar a un especialista. Evitar los bastoncillos es una medida clave. En su lugar, puedes limpiar suavemente el oído externo con una toalla húmeda. También existen soluciones auditivas de venta libre, en forma de gotas, que ayudan a ablandar el cerumen y facilitan su eliminación natural. En personas con tendencia a formar tapones, el uso periódico de estas gotas puede ser una buena estrategia preventiva, siempre que esté recomendada por un profesional.
Tratamientos seguros para eliminar un tapón
Cuando el tapón ya se ha formado, existen varios métodos para eliminarlo de manera segura. El primero y más simple consiste en aplicar gotas cerumenolíticas. Estas soluciones ayudan a disolver o reblandecer la cera, lo que facilita su salida natural en unos días. Es importante seguir las instrucciones del fabricante y no usar estos productos si hay dolor, supuración o antecedentes de perforación del tímpano.
Otro método habitual es el lavado del oído con agua tibia o solución salina. Esta técnica debe realizarla un profesional, ya que si se hace de forma incorrecta puede empujar el tapón aún más adentro o causar daños en el canal auditivo o el tímpano. También existe la extracción manual con instrumental especializado, como el uso de curetas o pinzas, que se realiza bajo visión directa con otoscopio. Esta opción es especialmente útil si el tapón está muy seco, duro o profundamente insertado. En ningún caso se recomienda intentar extraer un tapón por cuenta propia con objetos puntiagudos, ya que el riesgo de lesión es alto.
Cuándo acudir al médico
Es recomendable acudir al médico si presentas síntomas persistentes como pérdida de audición, dolor, zumbido o sensación de taponamiento. También es importante no demorar la consulta si hay antecedentes de otitis, perforación del tímpano o cirugía del oído, ya que en estos casos ciertos tratamientos pueden estar contraindicados. Si usas audífonos y sientes que funcionan peor, un tapón podría estar interfiriendo tanto en la audición como en el rendimiento del dispositivo. Los otorrinolaringólogos o los audiólogos están capacitados para diagnosticar y tratar los tapones de forma segura y efectiva.
Audición y calidad de vida
Aunque puede parecer un problema menor, un tapón de cerumen puede afectar significativamente la calidad de vida. No solo interfiere con la audición, sino que puede causar molestias, incomodidad social, ansiedad e incluso afectar el equilibrio. En personas mayores, una pérdida de audición no tratada puede derivar en aislamiento social y confusión. Afortunadamente, la solución es sencilla, siempre que se actúe con precaución y con asesoramiento profesional.
Cuidar la higiene del oído, evitar manipulaciones innecesarias y prestar atención a los síntomas son las claves para prevenir y tratar eficazmente los tapones de cerumen. Y recordar que, cuando se trata del oído, menos es más: muchas veces, lo mejor que podemos hacer es simplemente no intervenir y dejar que el oído haga su trabajo.