Viajar en avión puede ser una experiencia emocionante, pero para muchos, el descenso del vuelo viene acompañado de una sensación incómoda: los oídos taponados. Este fenómeno, conocido en términos médicos como barotraumatismo, es común durante los viajes en avión, especialmente durante el verano, cuando se incrementan los desplazamientos. Además de ser molesto, puede causar dolor e incluso afectar temporalmente la audición. Pero, ¿por qué ocurre y qué se puede hacer para evitarlo?
¿Por qué se taponan los oídos en el avión?
El barotraumatismo se produce cuando hay un desequilibrio entre la presión del aire en el oído medio y la presión del ambiente exterior. Normalmente, la trompa de Eustaquio, un pequeño conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz y la garganta, se encarga de igualar estas presiones. Sin embargo, durante el despegue y el aterrizaje de un avión, los cambios rápidos en la altitud pueden provocar que la trompa de Eustaquio no sea capaz de igualar la presión lo suficientemente rápido, lo que resulta en la sensación de oído taponado.
El problema se agrava en personas que tienen las trompas de Eustaquio más estrechas o en quienes sufren de congestión nasal, como ocurre en casos de resfriados, sinusitis o alergias. En estos casos, el aire queda atrapado en el oído medio, causando una presión interna que puede resultar dolorosa.
Trucos del otorrino para evitar los oídos taponados
- Masticar chicle o succionar caramelos: Durante el despegue y el aterrizaje, masticar chicle o chupar caramelos puede ayudar a activar los músculos que abren la trompa de Eustaquio, facilitando así la igualación de la presión en el oído.
- Realizar maniobras de compensación: Una de las técnicas más recomendadas por los otorrinos es la maniobra de Valsalva. Consiste en cerrar la boca, tapar la nariz y soplar suavemente. Este procedimiento ayuda a abrir la trompa de Eustaquio y a equilibrar la presión. Es importante hacerlo de manera suave para evitar dañar el oído.
- Bostezar: Bostezar, incluso de manera forzada, puede abrir la trompa de Eustaquio y aliviar la sensación de oído taponado. Este es un truco simple y efectivo que muchas personas usan sin darse cuenta.
- Usar descongestionantes nasales: Si sufres de congestión nasal o resfriados, es recomendable utilizar un spray descongestionante antes de volar. Este tipo de medicamento ayuda a reducir la inflamación en las vías respiratorias y facilita la apertura de la trompa de Eustaquio. Sin embargo, se debe utilizar bajo la recomendación de un médico, especialmente en personas con problemas cardíacos o de presión arterial.
- Evitar dormir durante el despegue y el aterrizaje: Aunque dormir puede parecer una buena manera de pasar el tiempo en un vuelo, es mejor mantenerse despierto durante los cambios de altitud. Dormir puede reducir la frecuencia de deglución y bostezos, lo que dificulta la regulación de la presión en los oídos.
¿Qué hacer si el oído se queda taponado?
Si a pesar de seguir estos consejos, uno o ambos oídos quedan taponados después del aterrizaje, no te alarmes. En la mayoría de los casos, la sensación desaparece por sí sola al cabo de unas horas. Sin embargo, si persiste, es recomendable acudir a un otorrino para descartar cualquier complicación, como una infección o daño en el oído.
El barotraumatismo es una molestia común pero manejable. Con las técnicas adecuadas y algunos trucos simples, puedes reducir significativamente las posibilidades de sufrirlo y disfrutar de tus viajes en avión sin preocuparte por los oídos taponados.